Saludos mis estimados lectores. En estos últimos días, por la “red pasillo”, se han escuchado fuertes rumores acerca de que el Gobierno del estado planteara próximamente a los legislativos locales una nueva solicitud de préstamo, por la cantidad de 500 millones de pesos.

Jesús, María y José, ¡otro préstamo!, y ahora que otros impuestos empeñaran por otros 20 o 30 años el gobierno del estado. Esta bien de que nosotros los ciudadanos formamos al Estado, y que le hemos dado vida propia; ES UNA PERSONA. Es alguien en quien confiamos una gran parte de nuestra vida: la vida en sociedad, donde hay otras decenas de miles de seres humanos conviviendo todos los días con nosotros. Claro que no somos una masa uniforme, no somos obra de la casualidad como comunidad, tampoco somos sociedad de una corta vida y de indiferencia, somos todo lo contrario: tenemos cultura común, antecedentes comunes, fines muy similares, como personas y como país, queremos estar así por muchos siglos, nos reconocemos pertenecientes a un territorio, a una religión, -aunque existan diversas-, a costumbres familiares, alimenticias, de lectura, de diversión: somos, en fin, una parte de la nación mexicana que vive en este apartado estado mexicano. Por cierto, muy olvidado de la mano de Dios.

Total, somos los dueños del estado mexicano, como reza nuestra carta magna, pero mediante nuestra Constitución, hemos decidido dotarlo de autonomía, con un sistema de derecho y una gran organización (el Gobierno entendido en forma amplia).

Los ingresos públicos con que cuenta el estado, los ponemos todos: una buena parte a través del pago de impuestos, pero otras importantes partes mediante mecanismos de los que no cobramos conciencia fácilmente: los intereses por financiamientos, los servicios de la deuda publica, las cuotas y cobros de derechos, entre otros conceptos que cubrimos religiosamente todos los días y que le sirven al Estado para cubrir el gasto público, que, por cierto, nosotros, a través de la Constitución General de la Republica, le impusimos la obligación de atender: como la salud, la seguridad, la educación y el cuidado de nuestros recursos naturales, etcétera. Pero que quede muy en claro, no para dilapidarlos en gastos superfluos, como el gastar cantidades millonarias en publicidad, tan solo para enaltecer la figura del mandatario.

Entonces… claro que nos merecemos una amplia explicación del que, cuando y como se gastan nuestros impuestos, pero no de una manera limitada y manejada para hacer populismo refinado o para tapar muchos errores y corruptelas del estado, sino con amplitud, con transparencia, tal como la propia Ley de acceso a la información publica lo pregona, y no como simple letra muerta.

Veamos, a usted estimado lector, alguna vez les han consultado nuestras autoridades si esta usted de acuerdo en que:

- Se pidan préstamos a cuenta de los ingresos que percibirá el estado en un futuro.

- le han explicado. en alguna ocasión, que esos ingresos que recibirá y gastara en forma anticipada el gobierno del estado, las próximas administraciones las dejaran de percibir, es decir, en su momento, tres o cuatro administraciones futuras no podrán disponer en absoluto de estos recursos, puesto que estarán ya comprometidos con mucha antelación por el gobierno del “ahora es cuando”, por lo que no habrán recursos para realizar mas obra y servicios públicos, bueno, salvo que se adquieran nuevos prestamos, lo que afectara en gran medida la calidad de vida de nuestros hijos, los nietos, y hasta los hijos de los nietos.

- sabe… cuantos millones de pesos pagara el estado, tan solo por el pago de intereses de esos dichosos prestamos.

Pues bien, de estos cuestionamientos que les hablo, son en esencia lo que la gente en verdad quiere que les expliquen. Por eso muchos ciudadanos se han sumado a la campaña del: “YO SÍ SOY DEL COMO SI”

Como si fuéramos adinerados.

Como si se aprovecharan los recursos.

Como si no se tranzaran la lana.

Como sino tuviéramos suficientes políticos.

Como si no existiera la corrupción.

Como si tuviéramos que pagar el helicóptero.

Como si viajar a las vegas nos sirviera de algo.

Como si mis papis fueran diputados.

Como si todos fueran diputados.

Como si realmente nos representaran.

Como si realmente necesitaran más dinero.

Como si no ganaran lo suficiente.

Como si arreglaran las calles de Tepic.

Como si no estuviéramos en crisis.

Como si nos están haciendo un favor.

Como si no se pueden bajar los sueldazos.

Como si necesitaran traer carro del año, y encima pagarlo nosotros, el pueblo.

Como si los hue…nes valieran la pena.

Como sí… como sí… como sí…

PUES COMO NO, ¡¡¡ DI NO AL PLACASO!!!, DI NO AL DESPILFARRO.

Hasta la próxima mis amigos, nos seguiremos viendo. P.D. En nuestra próxima colaboración les platicare las absurdas acciones que han emprendido desde la cúpula del poder para acallar las protestas ciudadanas, de las cuales, cientos fuimos testigos de ellas.