CONTINÚAN LOS ABUSOS DEL TRASPORTE PÚBLICO EN LA CAPITAL
NAYARITA
CAFÉ VIRTUAL
Saludos estimados lectores. De verdad no debe
de extrañarse nadie que los Nayaritas se sientan abrumados ante la nueva
embestida de los permisionarios y chóferes del transporte urbano de Tepic, al
querer incrementar a ley de sus pistolas las tarifas oficiales. Pero lo que en
verdad debe de preocuparnos que las autoridades gubernamentales cedan una vez
más ante las amenazas de los señores camioneros. Aunque nadie en su sano juicio
se atreverá a apostar por quien de ante mano se sabe que va a ser el perdedor
(el pueblo)
Este asunto del transporte público no es
desde luego un juego, pero así nos lo parece por la toma y daca que se da entre
el gobierno y los camioneros. Pero en verdad es algo más, pues se trata de una
actividad muy importante en la vida y quehacer de los Tepicences. En efecto, el
hecho de que un muy importante porcentaje de la población Nayarita utiliza el
transporte colectivo para sus actividades cotidianas, por lo cual debería ser,
como fenómeno social, una cuestión prioritaria en el gobierno de la gente. Sin
embargo, esto se ha vuelto un mal recurrente en la vida de los Nayaritas por la
falta de una verdadera política de transporte terrestre, que quiéralo o no poco
a poco se ha ido agravando hasta el punto que ahora se encuentra en una
situación irreversible, ya que los transportistas insisten en cobrar el servicio
como si todos los camiones fueran del servicio premier, es decir, todos quieren
cobrar la tarifa de seis pesos al publico en general y tres pesos a los adultos
mayores, a las personas con discapacidad y a los estudiantes, cuando solo están
autorizados las carcachas -que son la gran mayoría- a cobrar cinco pesos al
publico en general, dos pesos con cincuenta centavos a los de la tarifa
preferencial (adultos mayores, personas con discapacidad y a estudiantes)
Por lo consiguiente, aquí es válido preguntarnos
¿a qué se debe este desorden que se ha convertido en un caos generalizado?, pues
cada quien cobra lo que quiere. Los hechos y la historia misma nos demuestran
que no se ha dado al problema el tratamiento adecuado, lo que ha permitido que esto
se convierta en una crisis de incalculables consecuencias para el bolsillo de
los Nayaritas.
Aquí debemos de dejar muy en claro que el
transporte colectivo de pasajeros es un servicio público de carácter esencial y
por lo mismo la Constitución le da el sustento legal necesario para que las
autoridades tomen las medidas pertinentes a fin de que el servicio se preste en
condiciones óptimas de eficiencia y calidad. Además, las disposiciones de la
Ley de Transito y Transporte del Estado de Nayarit configuran el marco
regulador en el que las autoridades competentes pueden desenvolverse en forma apropiada.
Lo que se trata en realidad es de cumplir la
ley. Así de sencillo, la mencionada ley de tránsito y transportes establece en
principio que las líneas y rutas para la prestación del servicio de transporte
colectivo son propiedad del Estado, las cuales serán entregadas en concesión; además
dice, que tiene por objeto regular la autorización y establecimiento de rutas y
frecuencias de la circulación del trasporte publico; que toda persona a quien
se haya autorizado para prestar el servicio de transporte colectivo está
obligada a brindarlo en unidades que garanticen la seguridad de los usuarios;
que la ejecución de la ley corresponde a la Dirección de transito del estado,
que es el ente rector, coordinador y normativo de las políticas de transporte y
responsable de ejecutar los programas, funciones y actividades del transporte
terrestre, etc.
Todo este conjunto de atribuciones legales de
la Dirección de Transito y Transportes lo facultan ampliamente para un
desempeño eficiente de su trabajo. Entonces… ¿Por qué no se cumple la ley? ¿Por
qué no ordena el servicio y disciplina a los Camioneros?, jajaja, por la
sencilla razón que la respuesta a estos sencillos cuestionamientos están condicionados
por el oportunismo y la politiquería, es decir, la respuesta está alejada de
toda consideración teórica y de una visión que se ajuste al Estado de Derecho. Los
Permisionarios abusan de su posición dominante y cada vez que se presenta una
coyuntura favorable la aprovechan para lograr un aumento arbitrario del precio del
pasaje bajo la amenaza de hacer un paro. Sus nexos políticos o compadrazgos (y
no me estoy refiriendo a Sáldate) los habilitan para ello y se evidencian en la
propia comisión del transporte, la cual se ha mostrado dócil y sumisa, y en la
actitud obsecuente y temerosa del gobierno que lo hace ceder fácilmente ante el
chantaje que se manifiesta en variadas formas de presión y amenazas.
Para ello, -como ejemplo- recuerden mis
estimados el último aumento a las tarifas bajo el argumento de que se iba a
modernizar la flotilla total del transporte público en la capital Nayarita.
Pero oh desilusión, la realidad solo fue un pretexto -valido o no- para
aumentarnos las tarifas del servicio urbano, por lo que no lo duden que el
nuevo pretexto para volver a incrementar la tarifa serán las anunciadas tarjetas
de prepago, por lo que una mañana no muy lejana seguramente nos despertaremos
con la mala noticia DE QUE SE AUMENTÓ LA TARIFA DEL TRANSPORTE
PÚBLICO EN TEPIC. Ni hablar, una vez mas el gran perdedor será sin duda
alguna EL PUEBLO, pues este continuara como siempre a merced de los señores
Permisionarios, pero eso si, con el visto bueno del Gobierno de la Gente vía
comisión estatal del trasporte.
Ya para terminar, me gustaría que nos
preguntáramos -y no es con el fin de amarrar navajas entre el gobierno del estado y el ayuntamiento de
Tepic-, pues verán, si la Constitución General de la República establece que el
servicio publico de transporte colectivo será responsabilidad del Municipio,
entonces… ¿Por qué los Alcaldes, en especifico, Polo Domínguez, porque no es
parte de la comisión de trasporte?, lo pregunto, porque no hace mucho tiempo en
el estado de Jalisco el Gobernador de esa entidad junto con la comisión de
transporte decidieron aumentar la tarifa del trasporte publico ¿pero que creen?
un Alcalde se inconformó con esta medida argumentado que esa facultad le
correspondía al ayuntamiento y no al gobierno. Total para no hacerles largo el
cuento, solo les diré que el alcalde junto con la sociedad civil en un
santiamén echaron para abajo el dichoso aumento. ¿Cómo la ven?, Hasta la
próxima mis amigos, nos seguiremos viendo.
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